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viernes, 19 de marzo de 2010

Personalidades de 31 países exigen fin del acoso mediático a Cuba

La Habana, 19 mar (PL) Personalidades de la cultura y el pensamiento crítico, académicos y luchadores sociales de 31 países denunciaron el acoso mediático a Cuba como un atentado contra los derechos humanos y políticos de un pueblo decidido a hacer un camino diferente.

  En un documento bajo el título En defensa de Cuba -difundido por la Red En defensa de la humanidad, a propósito de la resolución del 11 de marzo del Parlamento Europeo sobre la isla-, se subraya cómo ese ataque comenzó aún antes del deceso del preso común Orlando Zapata Tamayo.

Pretender justificar una intromisión en los asuntos políticos internos del pueblo cubano manipulando mediáticamente el caso de Orlando Zapata -delincuente común y de ninguna manera preso político-, puntualizan, coincide con las políticas contrainsurgentes que han estado aplicándose en América Latina para detener o distorsionar los procesos de transformación emancipadora en curso.

Ello se suma, precisan, al criminal bloqueo de que han sido objeto los cubanos, por no aceptar imposiciones y defender su derecho a decidir su destino con dignidad e independencia.

Los firmantes, entre quienes se encuentra un nutrido grupo de intelectuales de México, España, Francia, Italia, Holanda y Estados Unidos, para citar algunos países, exigen respeto a los procesos internos de los cubanos para definir y ejercer su democracia, así como consecuencia con los principios universales de no intervención acordados por las Naciones Unidas.

El texto generó de inmediato un número creciente de adhesiones que fluyen en oleada desde el Caribe, Centro, Sur, Norteamérica y Europa, avalado por firmas como las de los mexicanos Pablo González Casanova y Víctor Flores Olea, los españoles Alfonso Sastre, Juan Madrid y Ramón Chao, el canadiense James Cockroft y los estadounidenses Danny Glover, Saul Landau y Setsuko Ono.

Así como les preocupa el caso del "delincuente fallecido (que en 40 años no tiene ningún antecedente similar), los invitamos a exigir el fin de la ocupación de Gaza y del hostigamiento al pueblo Palestino, que ha provocado no una sino miles de muertes; de la intervención en Iraq y Afganistán sembrando muerte y terror en pueblos y ciudades; de los bombardeos en esos lugares con el argumento de defender la democracia".

También el fin de la doble ocupación de Haití, reclaman; el cierre de la prisión de Guantánamo y la entrega de ese territorio a Cuba, a quien le pertenece; la devolución de las islas Malvinas a Argentina; y, por supuesto, el fin de un bloqueo que viola los derechos humanos del pueblo cubano y que puede poner en duda la calidad moral de quien exige trato humano para un delincuente cuando se lo niega a un pueblo entero.

jueves, 11 de marzo de 2010

Eduardo Galeano dice que Cuba es mirada “con una lupa que magnifica todo lo que interesa a sus enemigos”

Eduardo Galeano dice que Cuba es mirada “con una lupa que magnifica todo lo que interesa a sus enemigos”

Eduardo Galeano
El escritor y periodista uruguayo Eduardo Galeano alertó hoy de que ”contra Cuba se aplica una lupa inmensa que magnifica todo lo que allí ocurre cada vez que conviene a los intereses enemigos, llamando la atención sobre lo que pasa en la revolución, mientras la lupa se distrae y no alcanza ver otras cosas importantes y que los medios de comunicación no hacen por informar”.
Galeano, que participa hoy en el Seminario Internacional ‘Derechos humanos, mujer y frontera: El feminicidio de Ciudad Juárez’, organizado por la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) en Sevilla, realizó estas declaraciones en rueda de prensa tras una pregunta sobre la muerte del preso Orlando Zapata, fallecido en la Isla.
En este sentido, el escritor afirmó que “respeta la decisión de alguien que es capaz de hacer la huelga de hambre y morir por lo que cree, aunque no es algo digno de aplauso”.
Al mismo tiempo, apuntó que lo que ha pasado con Zapata y sucede ahora con el periodista Guillermo Fariñas son cosas “importantes y desgraciadas”.
No obstante, Galeano lamentó que “los grandes medios de comunicación no hayan recogido en tantas páginas que dedicaron al terremoto de Haití que el país que más médico mandó fue Cuba, 1.000, y que los galenos haitianos recibieron la formación en el país cubano de forma gratuita”.
Así, añadió que “mientras Cuba manda médicos, Estados Unidos mandó soldados, lo que implica una concepción de las relaciones internacionales diametralmente opuesta”.
Además, aseguró que “Cuba sigue siendo un país ejemplar en su capacidad de solidaridad y en su dignidad nacional”. No obstante, precisó que “no aplaude todo lo que hace Cuba, pues el amigo de verdad es el que crítica de frente y elogia por la espalda”.
Por otro lado, el autor de ‘Memoria del fuego’ afirmó que “la discriminación es este mundo continúa y contra la mujer es muy grave, pues aunque se hayan ganado algunas batallas, sigue existiendo discriminación marcada por las tradiciones machistas, elitistas o militaristas, pese a que haya quien cree que está resuelto el asunto”.
El escritor aclaró que no él “no pretende demostrar que las mujeres son mejores que los hombres, ni los negros que los blancos o los indios que los conquistadores, sino reivindicar la igualdad de derechos para poder mostrar lo que somos, es decir, mitad basura, mitad maravilla”.
En este sentido, expresó que “sigue creyendo que el hecho de que Barack Obama fuera elegido presidente de los Estados Unidos es positivo, porque se trata de reivindicar la igualdad de derechos en una nación que cuenta con unas contradicciones del racismo tan frecuentes”.
Al mismo tiempo, apuntó que no cree que el presidente haya tenido tiempo de leer el ejemplar que le regaló a éste el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, de su obra ‘Las venas abiertas de América Latina’; pues “Obama es un hombre prisionero del poder y éste no deja tiempo para leer”, dijo, aunque, confesó que “le hubiera recomendado otro libro suyo más digerible”.
Asimismo, lamentó que “Obama no aprovechara la entrega del Nobel de la Paz para purificar la tradición estadounidense en este galardón tras haberlo recibido Wilson, ferviente admirador del Ku Klux Klan, y Roosevelt, elogiando la guerra en su discurso”.
Continuando con la lucha de la igualdad de derechos, en cuanto a la reforma de la Ley del Aborto llevada a cabo por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y la polémica levantada en la sociedad, Galeano comentó que “existe mucha ignorancia histórica, pues la emperatriz bizantina Teodora aprobó el derecho al aborto en el siglo VI de la era cristiana, en Uruguay existió este derecho durante cuatro años en la década de 1930, en España durante la República o en Nicaragua en 1853, donde un gobierno conservador aprobó una ley que permitía el aborto, siendo éste fue eliminado siglo y medio después por los sandinistas”.
Estos ejemplos demuestran, según el escritor, que este derecho de la mujer “pobre, pues la rica acude a clínicas privadas no es nada nuevo”.
Además, aseguró que “si los hombres quedaran embarazados el aborto sería libre”.
(Con información de Europa Press)
Galeano, que hoy imparte la conferencia ‘Mujeres’ en Sevilla, donde realiza un recorrido a través de la historia por la imagen de la mujer en el mundo con sus aventuras y desventuras, destacando figuras como la de Emilia Pardo Bazán -primera catedrática española- o Concepción Arenal, lamentó que el poder “sigue siendo masculino en casi todas las facetas de esta sociedad o desempeñados por mujeres disfrazadas de hombres como la ex jefa de la diplomacia estadounidense Condoleezza Rice o por desprestigiadoras de la noble causa de la reivindicación de los derechos femeninos”.
Con respecto a la crisis, el periodista uruguayo aseguró que la situación actual confirma que “el capitalismo es un sistema gobernado por las altas finanzas, convirtiendo el mundo en un casino donde gana el que mejor juega”. En este sentido, alertó de que una de las consecuencias de esta crisis es “la resurrección del racismo, pues a las altas cifras de parados en países como España, en Italia y otros países del norte del mundo se ha vuelvo a ver brotes de racismos que se creían enterrados”.

sábado, 27 de febrero de 2010

¿Para quién la muerte es útil?


Enrique Ubieta Gómez

La absoluta carencia de mártires que padece la contrarrevolución cubana, es proporcional a su falta de escrúpulos. Es difícil morirse en Cuba, no ya porque las expectativas de vida sean las del Primer Mundo —nadie muere de hambre, pese a la carencia de recursos, ni de enfermedades curables—, sino porque impera la ley y el honor. Los mercenarios cubanos pueden ser detenidos y juzgados según leyes vigentes —en ningún país pueden violarse las leyes: recibir dinero y colaborar con la embajada de un país considerado como enemigo; en Estados Unidos, por ejemplo, puede acarrear severas sanciones de privación de libertad—, pero ellos saben que en Cuba nadie desaparece, ni es asesinado por la policía. No existen "oscuros rincones" para interrogatorios "no convencionales" a presos-desaparecidos, como los de Guantánamo o Abu Ghraib. Por demás, uno entrega su vida por un ideal que prioriza la felicidad de los demás, no por uno que prioriza la propia.
En las últimas horas, sin embargo, algunas agencias de prensa y gobiernos se han apresurado en condenar a Cuba por la muerte en prisión, el pasado 23 de febrero, del cubano Orlando Zapata Tamayo. Toda muerte es dolorosa y lamentable. Pero el eco mediático se tiñe esta vez de entusiasmo: al fin —parecen decir—, aparece un "héroe". Por ello se impone explicar brevemente, sin calificativos innecesarios, quién fue Zapata Tamayo. Pese a todos los maquillajes, se trata de un preso común que inició su actividad delictiva en 1988. Procesado por los delitos de "violación de domicilio" (1993), "lesiones menos graves" (2000), "estafa" (2000), "lesiones y tenencia de arma blanca" (2000: heridas y fractura lineal de cráneo al ciudadano Leonardo Simón, con el empleo de un machete), "alteración del orden" y "desórdenes públicos" (2002), entre otras causas en nada vinculadas a la política, fue liberado bajo fianza el 9 de marzo del 2003 y volvió a delinquir el 20 del propio mes. Dados sus antecedentes y condición penal, fue condenado esta vez a 3 años de cárcel, pero la sentencia inicial se amplió de forma considerable en los años siguientes por su conducta agresiva en prisión.
En la lista de los llamados presos políticos elaborada para condenar a Cuba en el 2003 por la manipulada y extinta Comisión de Derechos Humanos de la ONU, no aparece su nombre —como afirma, sin verificar las fuentes y los hechos, la agencia española EFE—, a pesar de que su última detención coincide en el tiempo con la de aquellos. De haber existido una intencionalidad política previa, no hubiese sido liberado once días antes. Ávidos de enrolar a la mayor cantidad posible de supuestos o reales correligionarios en las filas de la contrarrevolución, por una parte, y convencido por la otra de las ventajas materiales que entrañaba una "militancia" amamantada por embajadas extranjeras, Zapata Tamayo adoptó el perfil "político" cuando ya su biografía penal era extensa.
En el nuevo papel fue estimulado una y otra vez por sus mentores políticos a iniciar huelgas de hambre que minaron definitivamente su organismo. La medicina cubana lo acompañó. En las diferentes instituciones hospitalarias donde fue tratado existen especialistas muy calificados —a los que se agregaron consultantes de diferentes centros—, que no escatimaron recursos en su tratamiento. Recibió alimentación por vía parenteral. La familia fue informada de cada paso. Su vida se prolongó durante días por respiración artificial. De todo lo dicho existen pruebas documentales.
Pero hay preguntas sin responder, que no son médicas. ¿Quiénes y por qué estimularon a Zapata a mantener una actitud que ya era evidentemente suicida? ¿A quién le convenía su muerte? El desenlace fatal regocija íntimamente a los hipócritas "dolientes". Zapata era el candidato perfecto: un hombre "prescindible" para los enemigos de la Revolución, y fácil de convencer para que persistiera en un empeño absurdo, de imposibles demandas (televisión, cocina y teléfono personales en la celda) que ninguno de los cabecillas reales tuvo la valentía de mantener. Cada huelga anterior de los instigadores había sido anunciada como una probable muerte, pero aquellos huelguistas siempre desistían antes de que se produjesen incidentes irreversibles de salud. Instigado y alentado a proseguir hasta la muerte —esos mercenarios se frotaban las manos con esa expectativa, pese a los esfuerzos no escatimados de los médicos—, su nombre es ahora exhibido con cinismo como trofeo colectivo.
Como buitres estaban algunos medios —los mercenarios del patio y la derecha internacional—, merodeando en torno al moribundo. Su deceso es un festín. Asquea el espectáculo. Porque los que escriben no se conduelen de la muerte de un ser humano —en un país sin muertes extrajudiciales—, sino que la enarbolan casi con alegría, y la utilizan con premeditados fines políticos. Zapata Tamayo fue manipulado y de cierta forma conducido a la autodestrucción premeditadamente, para satisfacer necesidades políticas ajenas. ¿Acaso esto no es una acusación contra quienes ahora se apropian de su "causa"? Este caso, es consecuencia directa de la asesina política contra Cuba, que estimula a la emigración ilegal, al desacato y a la violación de las leyes y el orden establecidos. Allí está la única causa de esa muerte indeseable.
Pero, ¿por qué hay gobiernos que se unen a la campaña difamatoria, si saben —porque lo saben—, que en Cuba no se ejecuta, ni se tortura, ni se emplean métodos extrajudiciales? En cualquier país europeo pueden hallarse casos —a veces, francas violaciones de principios éticos—, no tan bien atendidos como el nuestro. Algunos, como aquellos irlandeses que luchaban por su independencia en los años ochenta, murieron en medio de la indiferencia total de los políticos. ¿Por qué hay gobernantes que eluden la denuncia explícita del injusto confinamiento que sufren Cinco cubanos en Estados Unidos por luchar contra el terrorismo, y se apresuran en condenar a Cuba si la presión mediática pone en peligro su imagen política? Ya Cuba lo dijo una vez: podemos enviarles a todos los mercenarios y sus familias, pero que nos devuelvan a nuestros Héroes. Nunca podrá usarse el chantaje político contra la Revolución cubana.
Esperamos que los adversarios imperiales sepan que nuestra Patria no podrá ser jamás intimidada, doblegada, ni apartada de su heroico y digno camino por las agresiones, la mentira y la infamia.