Londres, Inglaterra Lunes 23 de junio de 2008
09:10
Importantes bancos británicos fueron acusados de poner en práctica un embargo encubierto contra Cuba por deferencia a Estados Unidos, publicó hoy el diario británico The Guardian.
La acusación se produce después de las revelaciones de que Lloyds TSB y Barclays Bank les dicen a sus clientes que hacen negocios con Cuba que se lleven sus cuentas a otra parte, indicó el rotativo.
Aunque ninguno de los principales bancos está dispuesto a reconocer públicamente su política hacia Cuba, The Guardian se enteró de que Lloyds TSB, Barclays Bank, Royal Bank of Scotland y HSBC están acatando el bloqueo estadunidense contra la isla, condenado este año por las Naciones Unidas en un voto de 184 contra cuatro.
Washington ha emprendido acciones legales contra compañías multinacionales que hacen negocios con Cuba y tienen oficinas en Estados Unidos.
De acuerdo con el diario, la semana pasada un importador de cigarros puros con sede en Londres y una compañía de alimentos de Somerset que importa azúcar de Cuba recibieron aviso de Lloyds de que el banco ya no podía realizar transacciones que involucraran al país caribeño.
Y el año pasado, Barclays les dijo a las ramas londinenses de dos instituciones cubanas (Havana International Bank y Cubanacam, una agencia estatal de viajes) que se lleven sus cuentas a otra parte, aunque tales cuentas eran sólidas.
"Barclays, como cualquier institución financiera global, cumple con los requerimientos legales que se aplican en los países donde hacemos negocios", afirmó el banco el domingo, sin entrar en más detalles.
A su vez, el Royal Bank of Scotland indicó: "Nosotros cumplimos con las sanciones en las jurisdicciones en las que operamos".
La embajada cubana en Londres criticó las acciones de los bancos. "En estas nuevas tácticas, el gobierno de (el presidente estadunidense George W.) Bush ha explotado sin ningún escrúpulo la posición preeminente de Estados Unidos en la economía mundial", denunció.
"(El gobierno estadunidense) ha estado trabajando discretamente por debajo de la mesa, diseminando temor entre las comunidades empresarial y bancaria", añadió.
Por su parte, Rob Miller, de la Campaña de Solidaridad con Cuba, declaró: "Nadie en el Departamento de Estado (estadunidense) cree seriamente que Cuba esté involucrada en el terrorismo".
"Pero es una forma conveniente de hacer cumplir algo que es un embargo meramente político. Los bancos son un pequeño pendenciero trabajando para el pendenciero mayor", agregó.
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