Música y Política: Lo que yo pienso
Por Edmundo García
Bob Menéndez, según mi fuente, se ha puesto furioso por el concierto de Juanes del pasado día 20 en la Habana. La Casa Blanca (¿Obama?) prefiere no molestarlo ni con el pétalo de una flor hasta tanto no pase la reforma de salud. Esa es la clave: la reforma de salud. Es decir, digo yo, Bob no solo intenta secuestrar la política de EEUU hacia Cuba sino que está dispuesto a jugar con la salud de millones de norteamericanos para salirse con la suya y quedar bien con la extrema derecha cubana de Miami, que tantas contribuciones hace a sus arcas.
Mi fuente, además, me adelanta que hasta tanto no pase dicha reforma nada nuevo veremos hacia Cuba por parte de esta administración.
Considero que es una vergüenza que un Senador, por defender la agenda estrecha exiliada, sea capaz de usar como rehén en su “chantaje” (quisiera usar otro término) político, la reforma de salud tan necesitada por millones de norteamericanos.
De igual manera, también sería una pena y una vergüenza si se confirma que esta Administración está cediendo ante un chantaje político en el que se usa la salud del pueblo norteamericano como instrumento.
La prensa, el Congreso y hasta miembros de esta Administración deben darse cuenta de lo que implica este chantaje. Y pregunto: ¿Cómo los extremistas del exilio y sus representantes electos están dispuestos a jugar con algo tan importante, con tal de adelantar su agenda? Esto pudiera ser un duro golpe para este Senador. Recuerden que él ha cuestionado a la Administración, de su propio Partido, en otras ocasiones. Pero lo de la salud es demasiado y muy importante.
Así lo pienso yo.