sábado, 3 de octubre de 2009

“Queremos ir, definitivamente queremos ir”, dijo a Cubadebate directivo de la Filarmónica de Nueva York

Miki Takebe, vicepresidenta de operaciones de la Filarmónica de Nueva York, aseguró a Cubadebate, vía telefónica, que los integrantes de la Orquesta están “muy decepcionados” con la decisión del gobierno de Estados Unidos de impedir el proyectado viaje a Cuba de esta agrupación.

“Queremos ir. Definitivamente queremos ir y espero que esto se pueda resolver en el futuro”, añadió Takebe.

La orquesta, que había organizado dos conciertos en La Habana del 30 octubre al 2 de noviembre, anunció en un comunicado divulgado el jueves que había postergó una gira por las dificultades creadas por el bloqueo que Estados Unidos aplica en sus relaciones con Cuba y que sanciona a los ciudadanos norteamericanas que se atreven a viajar a la Isla sin expresa autorización del Departamento del Tesoro.

En declaraciones ayer a Cubadebate, Alejandro Gumá, aseguró que el gobierno de Estados Unidos es el único responsable de la suspensión de los conciertos de la Filarmónica de Nueva York en La Habana, y aseguró que mantiene sus “puertas abiertas” a la prestigiosa agrupación si Washington reconsidera su decisión.

“La postergación se debe a las restricciones vigentes del Gobierno norteamericano para viajar a Cuba que hubiesen afectado a los patrocinadores, sin cuyo apoyo financiero el viaje no es posible”, indicó en un comunicado el portavoz de la orquesta Eric Latzky.

Gumá precisó que “este fue un proyecto, además, que no concibió Cuba, sino la institución norteamericana, y nos imaginamos cuán frustrados deben estar los organizadores, pues para ellos el concierto era un hecho”.

“Todas las condiciones que ellos pidieron para que el Concierto transcurriera con la máxima calidad fueron aceptadas por Cuba”, aseguró.

Miki Takebe estuvo en Cuba recientemente acompañando al director ejecutivo de la Filarmónica neuyorquina, Zarin Mehta, para ocuparse personalmente de los detalles para los concierto, y visitó los lugares donde se alojarían los músico en La Habana, examinó la sala de concierto -el Teatro Amadeo Roldán- y evaluó cada una de la necesidades logísticas con la parte cubana.