El huracán Ike tocó tierra en Cuba este martes y castiga a La Habana con fuertes vientos y lluvias, tras dejar cuatro muertos, más de dos millones de evacuados y gran devastación, en su camino al Golfo de México.
Ike, con vientos de 130 km/h, categoría uno (de máximo cinco), impactó por segunda vez contra Cuba en Punta La Capitana, 70 km al suroeste de La Habana, en la occidental provincia Pinar del Río, por cuya costa norte saldrá a las aguas del Golfo la tarde del martes.
Mientras cruza Pinar del Río, devastada hace 10 días por el huracán Gustav, Ike sacude con vientos huracanados a La Habana, paralizada, sin actividad laboral, tránsito ni comercio, con sus 2,2 millones de habitantes que permanecen en sus hogares, sin electricidad ni agua.
El ciclón puso a las 14 provincias de Cuba bajo alarma máxima, con más de dos millones de evacuados, pero al llegar a occidente el clima mejoraba poco a poco en oriente, que pasó esta tarde a la fase de recuperación.
Aunque al este llegó debilitado, Ike entró el domingo a Cuba con categoría 4 por la oriental Holguín, donde causó graves destrozos, incluso en la localidad de Moa, que alberga dos plantas productoras de níquel, principal producto de exportación. La devastación también alcanzó a Las Tunas, Camagüey, Guantánamo y Granma.
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