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lunes, 1 de marzo de 2010

DECLARACIÓN DE LA RED DE APOYO A CUBA PARA LOS JUEGOS CENTROAMERICANOS Y DEL CARIBE

(28 de febrero de 2010/San Juan Puerto Rico)  Hace un mes,  precisamente  el día del natalicio de José Martí, se dio a conocer en Puerto Rico la Red de Apoyo a Cuba para los Juegos Centroamericanos y del Caribe.  Diversas organizaciones sociales, políticas, solidarias, comunitarias, artistas, deportistas, así como sectores tales como maestros y maestras, estudiantes universitarios y de escuela superior, abogados, médicos, comunicadores sociales, sindicalistas y un sin número de voces a favor del deporte y la soberanía deportiva conformamos esta Red para apoyar las gestiones del Comité Olímpico y de nuestro pueblo por lograr la participación de nuestra hermana mayor en los Juegos  más importantes de la Región a celebrarse en la ciudad de Mayagüez, Puerto Rico.

El pasado viernes, 26 de febrero Cuba, mediante comunicación oficial, informó su decisión de no asistir a los XXI Juegos Centroamericanos y del Caribe.  El doble bloqueo que nos ha impuesto el gobierno de  Estados Unidos es el único responsable de ello.  Al no facilitar la entrada de Cuba a Puerto Rico, dicho gobierno nos ha privado de contar con la potencia deportiva de la Región que se había preparado para asistir con sus mejores atletas incluyendo campeones olímpicos y mundiales.  Así que nuevamente podemos decir que “Cuba y Puerto Rico son…  reciben flores y balas en un mismo corazón”.

Desde el principio que unimos nuestras voces y acciones las organizaciones miembros de la Red establecimos que respetaríamos la decisión soberana de Cuba y que entendíamos que el único responsable de que Puerto Rico no pueda contar con tan digna representación era el gobierno de Estados Unidos.
Independientemente de que el gobierno de Puerto Rico se allanó inmediatamente a las pretensiones imperiales, la responsabilidad recae en quien tiene el control sobre Puerto Rico.

Mucho se puede manipular la información para hacernos creer que es un capricho de Cuba el no asistir a los Juegos.    Dos realidades irrefutables y fundamentales se exponen en esta situación:
1. La política criminal de bloqueo, agresiones y hostigamiento del gobierno de  Estados Unidos contra Cuba desde 1962, recrudecida por diversas leyes y reglamentos que intentan afectar no sólo la soberanía de Cuba sino la de terceros países.
2. La situación colonial de Puerto Rico.

Ante la determinación  de Cuba sobre los Juegos,  las organizaciones y sectores participantes de la Red anunciamos al país que:
1.       Reiteramos nuestro reconocimiento  al Comité Olímpico de Puerto Rico en todas sus gestiones  y esfuerzos para lograr la  participación de Cuba.  
2.       Respaldamos los XXI Juegos Centroamericanos y del Caribe a celebrarse en Mayagüez.
3.       Haremos sentir la presencia de Cuba en Mayagüez 2010.
4.        Continuaremos denunciando el injusto, criminal e ilegal  bloqueo que el gobierno de Estados Unidos mantiene contra   Cuba desde 1962.
5.       Denunciamos la doble moral en la  política del presidente Obama, por un lado  habla de unas relaciones distintas con  los pueblos latinoamericanos y caribeños mientras en la práctica  sigue desarrollando la misma política imperial y abusiva de siempre.
6.       Condenamos enérgicamente las reiteradas agresiones del gobierno de Estados Unidos contra  Cuba y el que se le haya colocado, si ninguna razón, en una lista de países terroristas cuando diariamente lo que observamos es que Cuba está contribuyendo en salud, educación y deporte con los pueblos más pobres, como lo ha estado haciendo  en Haití desde mucho antes del terremoto.
7.       Denunciamos  estos obstáculos  del gobierno de Estados Unidos para impedir la participación de Cuba como una agresión a nuestro pueblo, a Cuba y a todos los pueblos de la Región.
8.       Resaltamos la voluntad del pueblo puertorriqueño a favor de la participación de Cuba en estos Juegos.
9.       Significamos que si bien Cuba ha acumulado experiencias muy negativas en eventos deportivos desarrollados en Puerto Rico con personas del exilio cubano radicado en nuestro país y procedentes de Miami, las experiencias con el pueblo puertorriqueño han sido de hermandad, amistad y solidaridad. 
10.   Rechazamos la violación a nuestra soberanía deportiva  y exhortamos al pueblo a rescatarla.
11.   Repudiamos a los “coyotes” lidereados por personajes del gobierno actual, como el Rep. Roberto Arango,  que pretendían traficar con jóvenes deportistas cubanos mediante engaño y manipulaciones.
12.   Denunciaremos a nivel internacional  la política discriminatoria del gobierno de los Estados Unidos contra Cuba y Puerto Rico.
13.   Haremos llegar nuestra posición como puertorriqueños a todos los Comités Olímpicos de la Región. 
14.   Solicitamos acciones afirmativas  que derroten la política de Estados Unidos que  intenta menospreciar nuestra capacidad como nación y separar a Cuba y Puerto Rico, hermanadas por nuestras luchas libertarias y nuestros pueblos.
15.   Expresamos nuestra amistad y solidaridad con todas las delegaciones que asistan a los Juegos y les solicitaremos que además de portar nuestras banderas patrias, levantemos en alto  la bandera de los pueblos unidos.

Finalmente manifestamos nuestra más firme solidaridad con el pueblo de Cuba y su delegación deportiva.  Nuestra hermandad y solidaridad nadie la podrá  bloquear. 
EN MAYAGUEZ 2010 – LA DIGNIDAD DE  CUBA ¡PRESENTE!

Portavoces de la Red
José A. Morales, Ex presidente de la Federación Puertorriqueña de Natación      
Milagros Rivera, Presidenta del Comité de Solidaridad con Cuba de Puerto Rico

sábado, 20 de febrero de 2010

Centroamericanos sin Cuba

Como el monumental sueño de un idealista perseverante, los Juegos Olímpicos modernos se iniciaron en el 1896, con el propósito de hermanar a los pueblos del mundo en una tregua fugaz abrazada a la competencia deportiva. El gran barón Pierre de Coubertin logró comunicar que más que unos juegos, era una necesidad mutua el encontrarnos cada cuatro años para compartir nuestras semejanzas y respetar nuestras diferencias. Fue ésta una gran victoria para la buena voluntad, un logro para la humanidad y de donde nacieron gestiones menores, pero de igual simbolismo e importancia para todos.
Los Juegos Centroamericanos y del Caribe son nuestras olimpiadas regionales y la oportunidad de encontrarnos con nuestros más cercanos pueblos hermanos. En esta ocasión, tenemos el privilegio de montar esta fiesta en nuestra casa. Hemos invitado a 32 países. Mayagüez y el área oeste resplandecerán como nunca. Por dos semanas, en los estadios, en las aceras, en los negocios, nos fundiremos todos en un solo molde con los lazos multicolores del tejido de nuestra confraternización.
Debo reconocer, sin embargo, una vieja y putrefacta espina que ha vuelto para enterrarse en mi entusiasmo. Hay una probabilidad de que a esta anticipada rumba le pueda faltar su mejor requinto. Como una salsa sin clave, como un fricasé sin sazón, así serían los Juegos de Mayagüez sin Cuba, campeón histórico de los juegos y una potencia mundial en el deporte.
El Comité Olímpico Cubano publicó recientemente en el periódico Granma una carta abierta exponiendo las razones que han atrasado su decisión de participar en estas justas. En la misiva, informan el gran esfuerzo del Comité Olímpico puertorriqueño, liderado con innegable capacidad por David Bernier, para resolver el tranque, pero también reafirman que su participación sigue condicionada a recibir “trato igual”. Esto significa que se les permita llegar en sus propios aviones a Puerto Rico, que no tengan problemas con las visas y que se le garantice una seguridad básica a su equipo olímpico. Exactamente lo mismo que se les garantiza a los demás países. Ni más, ni menos.
El Gobierno de los EE.UU. ha puesto los obstáculos. Conforma un bochornoso acto de humillación el ponerle trabas a una delegación deportiva internacional sólo por la pobre relación política que dicho país tiene con una nación que ni siquiera compite en estos juegos. Después de una extensa y profunda meditación, no sé porqué, dudo mucho que la delegación cubana venga en misión suicida a chocar sus aviones con el edificio del Banco Popular, o que se vayan a bajar lanzando granadas rusas y cabalgando con la Internacional Socialista de fondo a tomar y a pintar de rojo las alcaldías de Puerto Rico.
Concluyo, sin embargo, que lo más absurdo de esta historia es lo más vergonzoso: nuestra incapacidad de poder invitar a nuestros hermanos a nuestra propia casa sin tener que pedir permiso. Que descanse en paz el barón Pierre de Coubertin.